“Comercio electrónico, cuestión de confianza”

julio 24, 2024

Columna de opinión

En la actualidad los pagos electrónicos, la logística y la experiencia del cliente son aspectos fundamentales para el fortalecimiento de la confianza en el comercio electrónico.

De acuerdo con la Encuesta del Consumidor CNC-CCCE (2022) la principal razón por la cual el consumidor nunca ha realizado compras en línea es por la desconfianza asociada a temas como la seguridad en las transacciones digitales, la protección de sus datos personales y en materia logística a razones como la llegada en el tiempo y las condiciones esperadas del producto.

Resulta entonces crucial contar con el trabajo conjunto de toda la industria para avanzar en el desarrollo e implementación de mecanismos que aseguren la confianza y el bienestar de los consumidores. Un ejemplo de esta ruta de construcción colectiva es el reciente lanzamiento del sello de certificación e-Trust, liderado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico.

El objetivo principal de esta iniciativa no es otro que definir estándares de cumplimiento para certificar a las empresas comprometidas en construir esa confianza y garantizar una experiencia óptima para sus clientes y usuarios, que de forma permanente equilibre la poca fricción y la seguridad que debe caracterizar cualquier ambiente de compra en el mundo digital en los eslabones de pagos, logística y protección al consumidor.

Consideremos que los mecanismos de certificación se destacan por ser dinámicos al adaptarse rápidamente a medida que el mundo digital va avanzado. Esto abre la posibilidad a que las propias industrias y empresas que las componen establezcan y apliquen medidas internas para aumentar la eficiencia y agilidad en la toma de decisiones.

Los sellos de certificación están enfocados en la mejora continua, lo cual en el ámbito de la economía digital fomenta la innovación, y conducen a nuevas oportunidades de desarrollo para el ecosistema.

Contar con los más altos estándares y protocolos de seguridad, reducir emisiones, verificar el uso responsable de los recursos, optimizar procesos de entrega y distribución y garantizar el acceso a información clara y precisa sobre los productos y servicios que adquieren a través de la transparencia en la publicidad, la protección de los derechos del consumidor y la resolución efectiva de conflictos, serán puntos de acción definitorios al establecer reglas y responsabilidades claras que promueven una experiencia satisfactoria y confiable.

Sin duda, la relevancia de este tipo de mecanismos se funda en su capacidad de crear valor frente al consumidor, que va a percibir en los comercios certificados una oferta diferenciada, centrada en sus necesidades y su tranquilidad. Esto redundará en la competitividad de la industria misma, pues evidencia el compromiso de las empresas de trabajar en sincronía con los avances tecnológicos y las necesidades cambiantes de los consumidores.

De esta manera, se fomenta el fortalecimiento y el crecimiento sostenible del comercio electrónico en toda la extensión de su cadena de valor, ya que a partir de mostrarle al mercado su disciplina y disposición para cumplir, le aportará al desarrollo y al impulso de la economía en general.

MARÍA FERNANDA QUIÑONES ZAPATA
Presidenta ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico

Fuente: https://acortar.link/WoVPkk